En redes sociales y vía correo electrónico y msm frecuentemente personas interesadas en actividades profesionales y políticas relacionadas, me solicitan mayor información. Esta entrada de blog es en parte una respuesta a sus inquietudes:


1958.- De granjero a maestro. Cuenta mi madre y me lo dijo también mi padre, que en la víspera de su boda, mi padre de oficio granjero se reunió con sus amigos y tras una noche de poker perdió el terreno en el construiría su hogar. Así que sin terreno y suficiente dinero, su viaje de bodas, tras el desayuno de recepción fue de pocos días, a las aguas del mar del puerto de Veracruz que le dieron la bienvenida. Cuando regresó de su viaje de bodas, un tío suyo lo recomendó para ocupar una vacante de maestro en una escuela rural de Cuautlancingo, al mismo tiempo que cuidaría una granja que sería su domicilio, así fue como llegó a la región cholulteca, un hombre cuya mayor riqueza era su esposa y el hijo que estaba por nacer. Su patrimonio reducido a una maleta de viaje y la ropa que vestían.

1959.- Era la media noche de un frío 25 de enero, cuando nací en la casa de los abuelos, enclavada en la sierra norte de Zacatlán, Puebla. Doña Elvira fue la partera que ayudó a mi madre para que yo naciera sin ninguna complicación. Desde recién nacido fui traído a la región cholulteca, mis primeros meses en Cuautlancingo y luego en Manantiales. Con un año de vida mis padres se asentaron en una casa de vecindad frente al Mercado Municipal, propiedad de la familia Roldán, era presidente municipal don Joaquín Roldán Casco. Meses después frente al domicilio familiar, cuando asumió el gobierno municipal don Ignacio Gómez Gil García, mi padre al mismo tiempo que se desempeñaba como relojero y maestro de escuela primaria, instaló y atendió personalmente la Papelería Zacatlán, la misma que aún sigue en el lugar que la dejó cuando murió en el año 2000. Con 40 años de existencia y de haber sido la primera papelería en Cholula, realizó una intensa actividad de beneficio social, en virtud de que muchas escuelas se beneficiaron con libros, globos terráqueos y otros materiales que se les entregaron gratuitamente. Para el año 2000, yo y mis familiares habiamos acumulado donaciones por mas de 40 mil libros para impulsar bibliotecas de escuelas y comunidades, actividad que inició mi padre en los setentas.